Menopausia y sexualidad II parte

Síndrome Genitourinario de la menopausia. Nuevas alternativas de tratamientos.
El síndrome genitourinario de la menopausia (SGM) afecta hasta el 50% de las mujeres posmenopáusicas a partir de los 45 años.
Sus síntomas presentan un curso crónico y progresivo, pudiendo alterar significativamente la sexualidad y la calidad de vida, provocando desde trastornos físicos genitourinarios hasta situaciones psicológicas y pérdida de la autoestima en las mujeres. EL SGM es la denominación recomendada para agrupar los síntomas relacionados a los cambios físicos de la vulva, la vagina y el tracto urinario inferior secundarios al hipoestrogenismo en la menopausia.
El criterio diagnóstico de la presencia de SGM en mujeres posmenopáusica son los síntomas subjetivos de sequedad vaginal y dispareunia (relaciones sexuales dolorosas) y que durante el examen ginecológico presentan alteraciones en el aspecto e integridad de la mucosa vaginal como pérdida de la elasticidad, pH alcalino que provoca flujo vaginal y resequedad, situación que se manifiesta como una atrofia vaginal y que además podrían tener episodios de incontinencia urinaria de esfuerzo leve.
Existen diversas formas tradicionales para el tratamiento de esta patología, algunas de las cuales como los lubricantes y humectantes mejoran los síntomas, sin embargo proporcionan un alivio temporal. La terapia de reemplazo hormonal (TRH) puede proporcionar un alivio rápido y a largo plazo . La administración de estrógenos vaginales locales es el tratamiento de elección.
Aunque no han sido identificados riesgos sistémicos con estrógenos locales de baja dosis, los datos de eficacia y seguridad a largo plazo son escasos. Además, muchas mujeres actualmente no desean TRH por tiempos prolongados, o presentan contra indicaciones, como los antecedentes personales de tumores dependientes de estrógenos, particularmente cáncer de endometrio y cáncer de mama . Es por esto, que desde hace un tiempo se han buscado otras alternativas terapéuticas para este grupo de mujeres.
LA TECNOLOGÍA LÁSER es ampliamente utilizada actualmente en áreas como dermatología, odontología, oftalmología y medicina estética con efectos positivos demostrados a nivel básico y clínico sobre la remodelación de tejidos, la colagenogénesis y la angiogénesis que son las metas de esta terapia fototérmica no invasiva, no ablativa para el manejo del SGM. El criterio para la aplicación de esta tecnología es la presencia de SGM en mujeres posmenopáusicas.
LA TECNOLOGÍA LASER DE DIODO 980W PHOTOMEDEX° posee la cualidad de poder controlar simultáneamente la energía y el tiempo de duración y emitir el haz láser en un radio de 360° en el canal vaginal , distribuyendo el calor aproximadamente a 100 micras de profundidad de la superficie mucosa, logrando un efecto térmico profundo, controlado y sin ablación. Los procedimientos se realizan en forma ambulatoria, sin uso de medicamentos o anestesia antes o posterior al procedimiento.
El protocolo de tratamiento consiste en 3 aplicaciones de láser y sesiones de refuerzo cada 6 meses. El procedimiento se lleva a cabo así: después de insertar el espéculo vaginal diseñado específicamente, la sonda se introduce en el espéculo, sin contacto directo con la mucosa vaginal, luego se lleva a cabo la irradiación circular de la pared vaginal y se retrae la sonda en 5 mm cada vez (utilizando la escala graduada en la sonda) hasta llegar a la entrada del canal vaginal.
Ya desde este momento la paciente siente los cambios positivos iniciales (reducción del diámetro del canal vaginal). Finalmente, se retira el espéculo y se irradia el vestíbulo y el introito, las pacientes se reincorporan inmediatamente a su rutina normal.
Los diferentes tipos de láser poseen características físicas que determinan efectos específicos. La absorción del haz de luz es la base del efecto de la energía láser. Esta absorción produce interacciones fotoquímicas, fototérmicas y fotomecánicas en los tejidos.
En las mucosas se ha demostrado que EL LÁSER NO ABLATIVO DIODO 980W PHOTOMEDEX estimula la producción de proteínas de matriz y fibroblastos, generando contracción de las fibras de colágeno y cambios tróficos que se manifiestan en tejidos con mayor grosor, hidratación y tensión.
Todo esto lleva a revertir el cuadro del SGM y los signos y síntomas de la atrofia vaginal. Los síntomas vaginales estudiados como la sequedad vaginal , la dispareunia, incontinencia urinaria y la vaginitis atrófica mejoran hasta en un 85% a partir de la 2 semana después de la primera aplicación incrementando la autoestima y gratificación sexual de las pacientes.